31/5/10

Sensor Práctico y Eficaz Para Detección Temprana de Corrosión en Puentes


Los puentes de hormigón tienen que ser lo bastante fuertes como para resistir una gran variedad de agresiones: temperaturas extremas, las inclemencias del tiempo, un tráfico denso de vehículos, y las propias emisiones contaminantes de vehículos y otras fuentes parecidas.


Y además están los daños colaterales causados por varios tipos de sal para carreteras que se usan en el invierno con el fin de combatir el congelamiento de éstas. La más común de estas sales es el cloruro de sodio, que se aplica en grandes cantidades a las carreteras de Alemania. Cuando se derrite el hielo, estas sales se dividen en sus componentes iónicos que penetran dentro del hormigón, destruyendo su capa alcalina protectora de 5 centímetros de espesor. Cualquier sal que se filtre a través de las varillas de acero usadas para reforzar la estructura de hormigón provocará que éstas se corroan, con el resultado final de daños estructurales, inicialmente en forma de grietas. En el peor de los casos, un puente afectado por este fenómeno se desmorona.



Hasta ahora, no ha sido posible realizar pruebas eficaces para determinar con detalle cuán profundamente los iones han penetrado el hormigón y qué daño ya han causado. Las pruebas actuales son lentas, toscas y aparatosas, pues implican que trabajadores de la construcción martilleen sobre el hormigón armado en busca de cavidades, las cuales son una señal segura de daño por corrosión.

Un equipo de expertos en el Instituto Fraunhofer para Circuitos y Sistemas Microelectrónicos (IMS) en Duisburgo, incluyendo a Frederic Meyer, ha ideado ahora un método más fiable y barato para detectar corrosión en etapas tempranas. Con un nuevo sensor-transpondedor, se puede medir y monitorizar continuamente el nivel de profundidad alcanzado por los iones en el hormigón.

El dispositivo trasmite inalámbricamente los datos medidos al dispositivo de lectura diseñado para que lo lleven los obreros de la construcción. El sensor-transpondedor no adquiere de una batería la energía que necesita para realizar las mediciones de corrosión, sino de un campo magnético. Esto implica que no necesita ser reemplazado y que puede permanecer en la estructura de hormigón de modo permanente.

Ya están en marcha las primeras pruebas de campo.

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