16/2/10

Usando Nuevas Herramientas Acústicas Para Estudiar Animales Marinos

En los últimos años, los científicos han estado desarrollando diversos instrumentos para estudiar los sonidos producidos o escuchados por los mamíferos marinos y por los peces. Estos nuevos sensores están siendo usados ahora en muchas partes del mundo, para labores de investigación, administración de recursos, y protección del medio ambiente, con algunos resultados prácticos muy importantes. Entre ellos, una vigilancia más eficaz de las ballenas francas del Atlántico Norte, especie amenazada, en un esfuerzo para reducir sus choques con embarcaciones, una de sus causas principales de muerte.


Las herramientas disponibles para obtener y analizar datos acústicos pasivos han registrado un cambio revolucionario durante los últimos diez años, y han incrementado considerablemente la capacidad de los expertos para recolectar información acústica y usarla para fines prácticos.

Sofie Van Parijs, experta en bioacústica de la NOAA, y su colegas, están trabajando con dos tipos de sensores acústicos, en tiempo real y con almacenamiento.

Los sensores en tiempo real están montados sobre boyas de superficie, generalmente ancladas o atadas con cables al fondo del mar, o que se despliegan en conjuntos remolcados desde una embarcación de superficie.



Los sensores de almacenamiento son fijados a boyas amarradas al fondo, y cuentan con hidrófonos (micrófonos subacuáticos) para grabar constantemente los sonidos oceánicos durante períodos de tiempo largos, a menudo de hasta tres meses, antes de que los sensores sean recuperados temporalmente y sus baterías se recarguen. Algunos sensores de almacenamiento pueden ser instalados en especímenes de animales.

Los animales marinos viven y se comunican acústicamente a través de escalas de tiempo y espacio diferentes, y usan los sonidos por diferentes razones. Con el fin de poder profundizar en el estudio de los sonidos marítimos, los científicos tienen que usar la herramienta correcta en el lugar adecuado para la necesidad apropiada.

Las ballenas grandes se mueven y se comunican a través de vastas distancias, en tanto que las ballenas pequeñas y los delfines tienden a comunicarse a través de áreas más pequeñas. Focas, morsas y leones marinos, se mueven por tierra, hielo o agua, y se desplazan y comunican a través de distancias pequeñas o medianas. Los sonidos producidos por los seres humanos aumentan la dificultad de detectar los sonidos marítimos de interés, al añadir nuevos e intensos ruidos al ambiente, volviéndolo a menudo muy ruidoso.

El uso de la observación acústica pasiva está aumentando a medida que mejora la fiabilidad de estos equipamientos, desciende su costo, y aumenta su versatilidad.

Esta información obtenida mediante vigilancia acústica resulta útil para mejorar la gestión de recursos naturales y la protección del medio ambiente.

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